La Mar en Coche

Le preguntaba al Oráculo si idiota se es o se hace, cuestión para nada menor
que la Metafísica prefirió desdeñar por considerar que comprometía
su trabajada vanagloria. Pero mi inquietud provocó una incómoda confusión: el oráculo, habiendo interpretado que mi interés estribaba en saber si él es idiota o se hace, prorrumpió en salvajes imprecaciones.
Ahora bien, aceptando la posibilidad de que mi pregunta no haya sido formulada de la mejor manera, el oráculo, en su condición, debería haberlo advertido.
¿O es que fingió tal malentendido para con dicha concatenación de agravios hacerme sentir como un idiota y así responder tácitamente a mi cuestionamiento?
Ningún idiota el Oráculo, en todo caso... por las dudas. Me despedí agradeciendo solícitamente su desprecio porque, se sabe: no reconocer la inescrutable sabiduría del Oráculo supone un grado sobresaliente de idiotez.

Un idiota ha perdido su fe, un idiota ha perdido su fe,
y fue por preguntar sin darse a entender.

La pitonisa tiene Alzheimer, cree que el pasado futuro es.
“Presagio tergiversaciones entre el Oráculo y usted”.

Un idiota ha perdido su fe, un idiota ha perdido su fe,
Un idiota ha perdido su fe, se fé...

¡Se descalabra- cadabra!
¡Se descalabra- la cabra!

Pedimos tranquilidad: todo está bajo control. Repetimos: todo está bajo control. En breve reiniciaremos el sistema. Tranquilidad. Bajo control.

¡Se descalabra- cadabra!
¡Se descalabra- la cabra!