Artista

Estela Raval

ESTELA RAVAL

1970
Estela Raval - ESTELA RAVAL
  • 01. CARIÑO MIO ABRE LOS OJOS
  • 02. REZO UNA PLEGARIA
  • 03. SIEMPRE HAY ALGUN MILAGRO
  • 04. NO ME CAMBIES LA CRUZ
  • 05. TU ME HAS HECHO TAN FELIZ
  • 06. EL SOL SE QUEDO DORMIDO
  • 07. LO SABIA
  • 08. NUNCA ME VUELVO A ENAMORAR
  • 09. BALADA PARA UN LOCO / CAMBALACHE
  • 10. LA RUEDA
  • 11. HOLLY HOLLY

9 BALADA PARA UN LOCO / CAMBALACHE

Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese que se yo, viste?
Salgo de casa por Arenales, lo de siempre en la calle y en mi...
Cuándo, de repente, detras de un árbol, se aparece el.
Mezcla rara de penultimo linyera
y de primer polizonte en el viaje a Venus.
Medio melón en la cabeza,
las rayas de la camisa pintadas en la piel,
dos medias suelas clavadas en los pies
y una banderita de taxi libre levantada en cada mano.
Parece que solo yo lo veo,
Porque él pasa entre la gente y los maniquíes le guiñan,
los semáforos le dan tres luces celestes
y las naranjas del frutero de la esquina
le tiran azahares.
Y así, medio bailando y medio volando,
se saca el melón, me saluda,
me regalo una banderita y me dice:

(Cantado)

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
No ves que va la luna rodando por Callao,
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor... ¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión
y a vos te vi tan triste... ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!...
el loco berretín que tengo para vos.

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón.

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Como un acróbata demente saltaré,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad...
¡Ya vas a ver!

(Recitado)

Y asi diziendo, el loco me convida
a andar en su ilusión super-sport
Y vamos a correr por las cornisas
¡con una golondrina en el motor!

De Vieytes nos aplauden: "¡Viva! ¡Viva!",
los locos que inventaron el Amor,
y un ángel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.

Nos sale a saludar la gente linda...
Y loco, pero tuyo, ¡qué sé yo!:
provoca campanarios con su risa,
y al fin, me mira, y canta a media voz:

(Cantado)

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Trepate a esta ternura de locos que hay en mí,
ponete esta peluca de alondras, ¡y volá!
¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Abrite los amores que vamos a intentar
la mágica locura total de revivir...
¡Vení, volá, vení! ¡Trai-lai-la-larará!

(Gritado)

¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Loca el y loca yo...
¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
¡Loca el y loca yo

/

Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé,
En el quinientos seis y en el dos mil también;
Que siempre ha habido chorros,
Maquiávelos y estafáos,
Contentos y amargaos, valores y dublé.
Pero que el siglo veinte es un despliegue
De maldá insolente ya no hay quien lo niegue,
Vivimos revolcaos en un merengue
Y en el mismo lodo todos manoseaos.

Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
Ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador.
¡Todo es igual, nada es mejor,
Lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos ni escalafón,
Los inmorales nos han igualao...
Si uno vive en la impostura
Y otro roba en su ambición,
Da lo mismo que sea cura,
Colchonero, rey de bastos,
Caradura o polizón.

¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón!
Mezclaos con Stavisky van don Bosco y la Mignon,
Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
De los cambalaches se ha mezclao la vida,
Y herida por un sable sin remache
Ves llorar la Biblia contra un bandoneón.

Siglo veinte, cambalache, problemático y febril,
El que no llora no mama y el que no roba es un gil.
¡Dale nomás, dale que va,
Que allá en el horno te vamo a encontrar!
¡No pienses más, tirate a un lao,
Que a nadie importa si naciste honrao!
Si es lo mismo el que labura
Noche y día como un buey
Que el que vive de las minas,
Que el que mata o el que cura
O está fuera de la ley.