La 25

Caminarás como todos los días, temprano a la mañana,
trabajarás, sudaras, sangrarás hasta no poder más.
Y comerás de la comida del perro y no dirás nada,
sólo por que la voz del Señor hoy lo quiso así,
pero nada es más caliente que eso.

Hoy verás a tus hijos recién después de las diez,
tu mujer se quedó dormida de tanto esperarte,
un tren, dos colectivos y un alma que nunca llegaban,
la comida que ella te dejó nunca te alcanzó.
Pero nada es más caliente que eso.

Si tu sangre marca el pulso de aquellos días,
y te esperan los que siempre pensaste que te iban a esperar.
Hoy que todo está hecho a otra medida,
te pide más, mi calavera te pide más.
El calor y el paso del tiempo te trajo hasta aquí,
pero nada es más caliente que eso.

Las tristezas y las amarguras se van por las noches,
una simple melodía me devuelve la voz.
Y buscas en el paso del tiempo tu lado más puro,
la noche pagará las cuentas que el día dejó.
Resistir a vivir por vivir.

Si tu sangre marca el pulso de aquellos días,
y te esperan los que siempre pensaste que te iban a esperar.
Hoy que todo está hecho a otra medida,
te pide más, mi calavera te pide más.
El calor y el paso del tiempo te trajo hasta aquí,
pero nada es más caliente que eso.
Pero nada es más caliente que eso.