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Supercalifragilisticoespialidoso,
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
si lo dice con soltura, sonará armonioso:
Supercalifragilisticoespialidoso.

De chico yo me acostumbré
a tartamudear,
mi padre mi nariz torció,
para enseñarme a hablar.

Mas que día yo escuché,
cuando era ya mayor,
la frase con más letras,
¡La palabra más atroz!

Supercalifragilisticoespialidoso,
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
si lo dice con soltura, sonará armonioso:
Supercalifragilisticoespialidoso.

¡Échale, muchacho!
¡Suena ese acordeón!

El mundo ha recorrido él
y adonde fue una vez,
su extraña frase les soltó y supo convencer.
Un duque y un gran maraha a quienes suelo a ver,
ayer mi frase al escuchar, me honraron con un té.

Supercalifragilisticoespialidoso,
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
si lo dice con soltura, sonará armonioso:
Supercalifragilisticoespialidoso.

Si se ha tragado el gato
y tu lengua es igual,
siempre hay una frase
que sin lengua sonará.

Mas, dila con cuidado,
pues, pudiera hacerte mal...
Supercalifragilisticoespialidoso.

Supercalifragilisticoespialidoso,
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
si lo dice con soltura, sonará armonioso:
Supercalifragilisticoespialidoso.
Supercalifragilisticoespialidoso,
aunque suene extravagante, raro y espantoso,
si lo dice con soltura, sonará armonioso:
Supercalifragilisticoespialidoso.

¡Ay, ay, ay!