Los Wawanco

Ay, qué vida triste la de esta Martita,
cuando era chiquitita la llevaron al África
y le regalaron esa arañita.
Y está amaestrada, está amaestrada.
Pobrecilla.

Martita es una chica de un cuerpo singular,
que sale los domingos a andar por la peatonal.
Pero tiene un defecto, por eso anda solita,
ya nadie se le acerca, por temor a su arañita.

Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.
Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.
Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.
Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.

Ay, pobrecilla,
y ella no se quiere desprender por nada del mundo
de esa maldita arañita, porque la lleva desde chiquitita.

Qué pasa con Martita, que no sale a pasear,
se la pasa encerrada, dele llorar y llorar.
Pero ella se conforma, y otras veces grita,
la culpa es sólo mía por tener esta arañita.

Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.
Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.
Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.
Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.

La arañita de Martita.
La arañita de Martita.

Ay, guarda que te agarra, mira que te pica,
Pero mira que te agarra, mira que te pica.

Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.
Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.
Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.
Guarda que te agarra, mira que te pica,
la arañita de Martita.