Leo Mattioli

Jugué con fuego sin saber que era yo quien me quemaba.
Bebí las fuentes del placer hasta llegar a comprender
que era a mi a quien amabas.
Por el amor de una mujer he dado todo cuanto fui
lo mas bonito de mi vida.
Mas ese tiempo que perdí ha de servirme alguna vez
cuando se cura bien mi herida.
Todo me parece como un sueño todavía
pero se que al fin podré olvidar un día.
Hoy me siento triste pero pronto cambiare
y prometo no acordarme nunca del ayer.
Por el amor de una mujer llegue a llorar y enloquecer
mientras ella se reía.
Rompí en pedazos un cristal deje mis penas desangrar
pues no sabia lo que hacia.
Por el amor de una mujer he dado todo cuanto fui...